jueves, febrero 19, 2009

cielos, azulados y anaranjados



Anochece, el sol se pone por el horizonte, mienta tu música suena en la habitación, aun queda tu perfume suspendido en el aire y los últimos rayos anaranjados se cuelan por la ventana, dejando en negrura esa parte vacía de estancia. Hay tantas dudas, tanto a esperar y el miedo a que ocurra lo inevitable…, dices que debemos hablar.. que no es el mejor momento pero debes hacerlo .. después pausadamente enciendes un cigarro y abandonaste el dormitorio.

En unos minutos eternos solo se puede distinguir cuerpos inerte difuminados, el calido astro también me dejo; suspendida en la oscuridad, sigo tus pasos hasta la puerta, al final no has hablado .., marchases si mas y no se si volverás.

2 comentarios:

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Me dejaste gratamente sorprendido porque dotaste de desarraigo, de honda melancolia y de soledad un texto muy breve.


Te felicito.

Muy bueno.

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Saludos, Goathe.

arawaco dijo...

El silencio, ¡¡escúchalo!!

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