miércoles, septiembre 06, 2006

UN CUENTO.


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... Era se una vez una niña de 30 años, que no sabía vivir en el mundo que le había tocado, lo único que podía hacer es contemplar las vivencias de las personas a su alrededor, amigos, familiares o simplemente conocidos e incluso algún que otro ser que por casualidad pasaba por allí cerca de ella. Con estos pequeños jirones, retales de realidad prestados o robados hacia que su ser fuera formándose, creciendo como esas grandes colchas de trozos de tela, o los colases de revistas que en la escuela le obligaban hacer.

Pero en todos esos pedazos, no había nada suyo solamente la habilidad o el trabajo de componer todos eso pequeños pedazos en su obra, con su principio, final y un desenlace. Una obra donde los sentimientos son de terceras personas, los protagonistas son los otros y las descripciones de paisajes, o del mismo corazón del protagonista nunca era lo que veía o sentía nuestra niña de 30 años.

Si miramos de una forma restropectiva tenemos pequeños momentos robados a los demás. Vivir una vida que no es la suya.

Ahora esta robando la casa, el estudio, el ambiente, la música, el cariño de Pluto, incluso la caída del sol a través de la ventana, y lo peor es que esta cómoda, esta disfrutando de este momento como si fuera suyo.
-No se alguna vez encontrara su hogar?, su yo?, que no dependa de los demás sino de si, sus cosas, su obra, su música, su amor, sus sentimientos, su yo, en toda su plenitud o decadencia, pero ..... SUYO.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay una persona de 30 años que sin embargo se califica de niña. Mira y observa su alrededor y se copia de sí. Hay tareas en multitud, cansada de demostrar decide retribuir con una obra, y la destruye ante los ojos de los demás. Hay un vivir, a veces mísero a veces dichoso, y esto es su hurto constante y más duradero. Hay un destino que se destina en misterios apersonales, en fin, es un destino al fin y al cabo.

Mauricio Miranda dijo...

que buen cuento.
muchas veces vivimos vidas prestadas o robadas, que bien, además, que se dió cuenta a los 30 y no a los 100.

Mauro!

Eowin dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Eowin dijo...

Poeta ..describes con palabras de cielo mi cuento..expresas en la simplicidad de un comentario un mundo de sentimintentos.. Me encanto tu respuesta ..:)

Cristina dijo...

Todos robamos momentos de las vidas de los otros, a mi me gusta eso, personalmente. Y tambien que me los roben aunque no me dejo facilmente porque soy muy solitaria
y me gusta tener mi vida y compartirla lo justo. Quizas no es lo mejor. Yo no se.

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