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A las personas felices deberían pasarle cosas buenas. Esas cosas que te hacen sonreír por dentro y sentirte especial.
La felicidad es algo tan relativo, a lo que damos tanta importancia, pero ser feliz no es una cuestión de suerte es una actitud de vida.
Vivir día a día es encontrar el equilibrio, la igualdad entre la alegría y el dolor.
Muchas veces llueve sobre mojado, y la prisas decide nuestro destino. Es bueno compartirlo y reconocer lo que se necesita pare ser felices. Nada es lo mismo cuando se trata de algo propio y se puede compartir con los demás, pero lo importante es no esconderse y no ser una persona diferente, se debe asumir los errores, y formar parte del equipo de las personas que amas, pues nunca se puede empezar desde cero y no hay sabiduría que valga en el camino a la felicidad.
Tal vez el "amor constante " es que llena todo, el que esta en los malos y buenos momentos, el que te comprende el que te conoce y cuando al final se encuentras hay que dejarse la piel en ello para nunca soltarlo.