Catedrales, Hombres Y Dios

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Paseando entra nuestras calles nos topamos a los rascacielos del pasado que nos acercan a Dios.


Yo me pregunto ¿ Dios vive allí o por el contrarío a imagen y semejanza nuestra vive en un piso de 40 metros cuadrados?.


¿O tal vez estas cosas son cosas de Hombres y resulta que Dios no necesita un techo donde cobijarse?

“Estúpida mayoría cautiva”

Una vez mas aprovecho para comentar blog ajenos en mi misma Pág.,

Estimado amigo Poeta
Cuanta razón tienes en tu último post, cuan difícil era antes encontrar un libro en algunas casas y como se ha convertido un bien de consumo como puede ser la televisión y el cine. Ya no se aprecia un libro como tal y todo el mundo hablan de los mismos títulos “ best seller” tanto en un país continente o incluso en el mar. Hay autores de primera y lectores de primera, pero lo malo que hay tanta morralla en las librerías que no nos deja ver las buenas obras, y cuando las tenemos delante nos atrae mas aquella con grandes di jubos o colorines. Somos infantiles y engañadizos.
Pero en el fondo lo que pasa es que muy a nuestro pesar la sociedad no ha cambiado ni se cultural izado nada en el siglo XX, sino sigue caduca y verdulera siglo tras siglo, y eso no tiene cura. De aquí a unos años volveremos a ver quemar libros en una hoguera por considerarlos herejes y encontrá de los regimenes caducos que nos gobiernan.

PS Permítame que defienda a Tolkien, una amor de adolescencia no se puede criticar, aunque se sepa que se tiene idealizado.

Sospechosos

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Otro día de niebla, y el individuo en concreto esta en la misma esquina, un fantasma que sale entre la bruma aunque nos encontremos a kilómetros del mar. Llevo viéndolo un tiempo siempre a la misma hora, como si esperara algo. Algún coche ha frenado haciendo señas para que montara, pero él rehúsa siempre permaneciendo allí, no se que hace, ni a quien espera, pero el caso es me llama la atención, pues no son día de estar en la calle y mas tan temprano. Paso de largo, en mi monótona travesía hacia el trabajo, con la mente divagando en el anciano del ascen, cuando de repente por el retrovisor, con la poca visibilidad que deja la niebla veo como se rompen todas mis conjeturas y el anciano hace señas a un coche para que pare y este sumiso se dispone a llevarlo. ¿Quien será esa persona tan importante que este señor lleva esperando tanto tiempo?, dan ganas de olvidarme de mis obligaciones y seguir a mis sospechosos.

Vidas anonimas 2

Una vez mas las prisas me comen, no llego a ningún lado, el hielo del coche me ha retrasado, y ya es en punto y aun estoy aquí.
Atasco como siempre para salir del “centro ciudad”, lo que siempre ha llamado la plaza mayor. Menos mal que hoy los semáforos acompañan.
Es extraño, no sé porque he parado a recoger un autostopista, es mayor y el frío de fuera debe de hacer estragos, mi prímer acompañante anónimo. No habla mucho, solo para indicarme si no me importa acercarlo al pueblo siguiente. Esta bien vestido y tiene una corrección atípica, me comenta que vive con la hija, pero debe hacer unas gestiones en el otro pueblo. No consigo mucho mas, el silencio es nuestro compañero de viaje durante los 15 minutos que dura el trayecto. Aun no sé el porque lo recogí y más hoy cuando no tenia tiempo para hacer de samaritano.